La mediación familiar es una forma alternativa de resolver conflictos derivados de la ruptura familiar.
El mediador, tercera persona neutral, guía a la pareja en la definición de los temas y actúa como agente de resolución de los conflicto, ayudando a las partes a llevar su propia negociación y busquen soluciones satisfactorias para ambos , de forma pacífica y cooperativa.
Conflictos susceptibles de mediación familiar:
- Conflictos como consecuencia de una ruptura de pareja, existan o no menores afectados.
- Controversias relacionadas con el ejercicio de la autoridad familiar o, en su caso, patria potestad y del régimen de guarda , custodia de los hijos, régimen de visitas,etc.
- Diferencias en lo relativo al régimen de relación de los menores con sus hermanos, abuelos y otros parientes y personas allegadas.
- Situaciones derivadas de crisis de convivencia en el seno del matrimonio o de la pareja.
- Desavenencias referentes a las relaciones entre personas mayores y sus descendientes.
- Conflictos entre los miembros de la unidad familiar donde sea de aplicación la normativa de derecho internacional.
- Problemáticas referidas al derecho civil patrimonial o a la empresa familiar.
- Cuestiones relacionadas con las sucesiones por causa de muerte.